Los Estados acuerdan un tratado histórico sobre la pandemia con implicaciones clave para los GLR
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Descripción
Cinco años después de que la pandemia de COVID-19 sacudiera el mundo, y tras más de tres años de intensas negociaciones en la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Estados han alcanzado un acuerdo histórico sobre un nuevo tratado internacional para prevenir mejor las pandemias futuras, prepararse para ellas y responder a ellas. Está previsto que el acuerdo se adopte formalmente en la próxima Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrará en Ginebra el próximo mes de mayo. El GCH se ha comprometido desde el principio y ha abogado por el enfoque de todo el gobierno para asegurarse de que los GLR tengan un papel más estructurado en los futuros esfuerzos nacionales e internacionales.
El acuerdo de 32 páginas sitúa equidad definiéndola como "objetivo, principio y resultado de la prevención, preparación y respuesta ante una pandemia, procurando en este contexto la ausencia de diferencias injustas, evitables o remediables entre individuos, comunidades y países"(Art. 3.4).
Las negociaciones han sido largas y complejas, reflejando las diferentes perspectivas entre países desarrollados y en desarrollo, especialmente sobre cómo hacer realidad la equidad en términos prácticos (véanse las cuestiones clave de las negociaciones más abajo). Estas discusiones tuvieron lugar en un contexto geopolítico mundial difícil, con un aumento de la inestabilidad internacional desde principios de 2025. Que los Estados hayan sido capaces de alcanzar un consenso sobre un tratado multilateral es un logro notable, que allana el camino para una cooperación mundial más sólida a la hora de hacer frente a futuras pandemias.
Aunque los gobiernos locales y regionales (GLR) fueron excluidos en gran medida de la mesa de negociación, la aplicación del tratado dependerá en gran medida de su compromiso. El artículo 17 del nuevo tratado así lo reconoce, animando a los Estados "aplicar enfoques de todo el gobierno y de toda la sociedad a escala nacional, incluyendo [...] capacitar y permitir la apropiación por parte de la comunidad y su contribución a la preparación y resistencia de la comunidad a la prevención, preparación y respuesta ante una pandemia.."
Para ser eficaces, muchas de las disposiciones fundamentales del Tratado requerirán una fuerte implicación de los GLR.-especialmente en las áreas de prevención y vigilancia de pandemias (art. 4), preparación y resiliencia de los sistemas sanitarios (art. 6), capacidad asistencial (art. 7), comunicación y concienciación pública (art. 18) y financiación sostenible (art. 20). Aunque el propio acuerdo no hace referencia explícita a los GLR, el artículo 17 constituye un punto de entrada crucial para la promoción y el compromiso. El Global Cities Hub (GCH) anima a los GLR a aprovechar esta oportunidad para reafirmar su papel esencial en los esfuerzos de prevención, preparación y respuesta ante una pandemia.
Cuestiones clave de las negociaciones
- Refuerzo de la prevención y vigilancia de pandemias (Art. 4)
Algunos países propusieron un anexo para detallar medidas específicas de prevención y detección a nivel comunitario, con la esperanza de lograr una estrategia de contención temprana más sólida. Este anexo se convirtió en un punto de negociación, pero al final se llegó al consenso de dejar los detalles de aplicación al órgano rector del tratado, la Conferencia de las Partes (CoP), que se encargará de elaborar directrices para aplicar este Art. 4.
- Transferencia de tecnología para la producción de productos sanitarios relacionados con la pandemia (Art. 11)
En el centro de los debates sobre la equidad estaba la cuestión de la transferencia de tecnología: compartir la propiedad intelectual, los conocimientos técnicos y la tecnología que permita a los países en desarrollo producir vacunas, diagnósticos y tratamientos durante las pandemias. Mientras muchos países y ONG abogaban por mecanismos eficaces de transferencia de tecnología, otros, sobre todo los que acogían a grandes industrias farmacéuticas, insistían en que esas transferencias siguieran siendo voluntarias, incluso durante las emergencias. El acuerdo final llegó a un compromiso, gracias a la comprensión compartida del término "de mutuo acuerdo".
- Sistema de acceso a patógenos y distribución de beneficios (PABS) (Art. 12)
El tratado también introduce el Sistema de Acceso y Participación en los Beneficios de los Patógenos (PABS), destinado a garantizar tanto el rápido intercambio de datos sobre patógenos como la distribución justa de los beneficios resultantes. Según el artículo 12.6(a), los fabricantes que participen en el sistema proporcionarán a la OMS acceso a 20% de la producción en tiempo real de productos médicos pertinentes durante una pandemia-10% como donaciones y 10% a precios asequibles, para que la OMS pueda redistribuirlos a los países que los necesiten en tiempos de emergencia. Aunque se han acordado los principios, los detalles operativos clave del sistema PABS -incluidas las definiciones, los términos y las modalidades jurídicas- deberán negociarse en un anexo independiente del tratado.
Mirando al futuro: El papel de las ciudades y las regiones
Aunque se ha prestado mucha atención a las negociaciones diplomáticas, el éxito final del tratado contra la pandemia dependerá de cómo se aplique sobre el terreno. Las ciudades y regiones han estado en la primera línea de COVID-19, y su experiencia, conocimientos y liderazgo son indispensables para construir sistemas sanitarios resistentes. El GCH insta a los GLR a que aprovechen la oportunidad que brinda el artículo 17 y aboguen por su participación en los esfuerzos nacionales e internacionales.
Este tratado supone un avance decisivo en la gobernanza sanitaria mundial. Ahora es el momento de pasar de los compromisos a la acción.con los gobiernos locales y regionales en el centro de la respuesta.