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Aplicación del nuevo tratado sobre pandemias: La última milla será crítica

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Descripción

El 17 de junio, el Global Cities Hub, en colaboración con ONU-Hábitat y el Parlamento Mundial de Alcaldes coorganizó un Debate Urbano en Ginebra, centrado en el recién adoptado tratado sobre pandemias y sus implicaciones para los gobiernos locales y regionales. Dado que las ciudades han sido los epicentros de la pandemia COVID-19, el debate exploró cómo las autoridades urbanas pueden aprovechar este instrumento mundial para prepararse mejor ante futuras crisis sanitarias.

Realidades urbanas durante las pandemias

Las ciudades ocuparon un lugar central en la historia del COVID-19, ya que más del 90% de los casos notificados se produjeron en entornos urbanos. Su tamaño, densidad y conectividad las hicieron especialmente susceptibles a la propagación del virus. Al mismo tiempo, los gobiernos locales y regionales desempeñaron un papel esencial en la gestión de la crisis, liderando los esfuerzos de respuesta, recuperación y reconstrucción. Su importancia no hará sino aumentar cuando llegue la próxima pandemia, a pesar de las diferentes responsabilidades según los contextos nacionales.

En la apertura del acto, Graham Alabaster, Jefe de la oficina de ONU-Hábitat en Ginebra, subrayó la importancia de unos entornos urbanos equitativos y bien diseñados para prevenir y contener las enfermedades. La equidad es un objetivo y un principio centrales del nuevo tratado contra la pandemia, y subrayó que abordar las vulnerabilidades en las zonas urbanas de bajos ingresos es esencial para proteger a poblaciones enteras. También hizo hincapié en la importancia de recopilar datos locales desglosados, algo que sólo los GLR pueden hacer eficazmente.

Aunque muchos Estados estaban deseosos de reafirmar su soberanía durante las negociaciones del tratado y en el propio tratado, el texto final sigue ofreciendo oportunidades para reforzar el papel de los GLR en la prevención, preparación y respuesta ante pandemias y trabajar estrechamente con ellos para recopilar datos locales, reforzar las infraestructuras locales y diseñar el espacio urbano de forma que se minimicen las equidades y se reduzca el riesgo de pandemias.

El Tratado de Pandemia: Orígenes y objetivos

Priti Patnaik, periodista y fundadora de la Archivos sanitarios de GinebraLa Comisión de Salud Pública y Política de Consumidores de la Eurocámara esbozó el contexto político que condujo al desarrollo del tratado. La frustración por las limitaciones del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) durante la COVID-19 impulsó la creación de un nuevo instrumento jurídicamente vinculante. Encabezada por la Unión Europea y apoyada por países como Chile, la iniciativa fue ganando gradualmente un apoyo más amplio.

La equidad, especialmente para los países de renta baja y media, está en el centro del tratado. Este principio se refleja en los compromisos para establecer un nuevo sistema de acceso a patógenos y reparto de beneficios (PABS), permitir la transferencia de tecnología, aumentar la producción local de productos sanitarios relacionados con la pandemia y garantizar una financiación sostenible. No es de extrañar que tanto el PABS como la transferencia de tecnología fueran algunos de los temas más debatidos durante las negociaciones.

Ventajas para los gobiernos locales y regionales

Inicialmente, el borrador del texto incluía referencias a varios puntos defendidos por el GCH: la necesidad de garantizar la equidad dentro de los Estados, la vulnerabilidad de los entornos urbanos, algunas referencias al nivel subnacional y la necesidad de pensar en la prevención, preparación y respuesta ante una pandemia a todos los niveles. Las versiones anteriores incluso hacían referencia a la necesidad de delegar autoridad durante las pandemias a los gobiernos locales para responder mejor a las pandemias.

Sin embargo, a medida que avanzaban las negociaciones, muchas de estas referencias se debilitaron o eliminaron. Aun así, el texto final del tratado incluye importantes disposiciones que los GLR pueden utilizar para hacer valer su papel:

  • Enfoques de todo el gobierno y toda la sociedad (artículo 15): Esta disposición anima a los Estados a aplicar un enfoque de todo el gobierno y la sociedad para potenciar la propiedad comunitaria y establecer mecanismos nacionales de coordinación multisectorial, reforzando indirectamente la importancia de los GLR como conductos esenciales entre los gobiernos nacionales y los ciudadanos.
  • Prevención de pandemias y "Una sola salud" (artículos 4 y 5): Estos artículos ponen de relieve la necesidad de una vigilancia multisectorial coordinada y de mitigación de riesgos, ámbitos ambos en los que los conocimientos y la infraestructura locales son cruciales.
  • Fortalecimiento de los sistemas sanitarios y del personal sanitario (artículos 6 y 7): Se hace un llamamiento a los Estados para que refuercen los sistemas y las capacidades sanitarias y promuevan el uso de las ciencias sociales y del comportamiento, la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad, todo lo cual requiere la participación de los grupos de riesgo local.
  • Comunicación y sensibilización del público (artículo 16): El tratado reconoce la necesidad de reforzar los conocimientos sobre la pandemia, así como la confianza en la ciencia y en las instituciones de salud pública a través de la participación a nivel comunitario, algo que sólo los GLR pueden aplicar eficazmente.
  • Informes a la Conferencia de las Partes (Artículo 21): Aunque la elaboración de informes sobre la aplicación del tratado será responsabilidad de los gobiernos nacionales, los GLR deberían poder contribuir con valiosos datos y perspectivas sobre la aplicación sobre el terreno.

Recomendaciones clave para los gobiernos locales y regionales

El debate concluyó con orientaciones prácticas para los GLR:

  1. Utilizar el artículo 15 como gancho de defensa: Exigir la inclusión en la planificación e implementación nacional de la pandemia basada en el enfoque de todo el gobierno al que se hace referencia en el tratado.
  2. Establezcan canales formales de diálogo con sus gobiernos nacionales: Participe de forma proactiva en las consultas nacionales sobre preparación y respuesta ante una pandemia. No espere a que llegue la próxima pandemia.
  3. Impulsar el acceso a la financiación internacional: Abogar por la elegibilidad en instrumentos como el Fondo Pandémico administrado por el Banco Mundial, que puede ofrecer subvenciones para infraestructuras de prevención y preparación ante pandemias.
  4. Realizar aportaciones a los informes nacionales: Utilizar el artículo 21 para aportar datos subnacionales y buenas prácticas que ayuden a elaborar informes nacionales de aplicación precisos e inclusivos.

El futuro

El Tratado sólo entrará en vigor una vez negociado el anexo sobre el sistema PABS (se espera que tarde hasta dos años) y tras su ratificación por al menos 60 países. Mientras tanto, las ciudades no deben esperar. Como subrayó Priti Patnaik, muchos de los principios del tratado pueden y deben aplicarse ahora para crear resiliencia urbana a largo plazo frente a futuras pandemias.

A medida que avanza la gobernanza sanitaria mundial, los GLR no deben considerarse únicamente como agentes de respuesta. Su proximidad a las comunidades, su capacidad operativa y su habilidad para fomentar la confianza pública los convierten en socios estratégicos esenciales. Garantizar su papel activo desde el principio será vital para que el tratado tenga sentido allí donde más importa: en la última milla.

 

Vea la grabación del acto

 

 

 


Foto de Martin Sanchez en Unsplash