El 15 de abril de 2025, la OMM y el ECMWF lanzaron el "Informe sobre el estado del clima en Europa". Una de las conclusiones positivas del informe recién publicado es que las ciudades avanzan en la adaptación al clima. Aunque Europa es el continente que más rápido se calienta, las ciudades europeas se han hecho más resistentes. Los esfuerzos continuados aumentarán aún más su capacidad para afrontar los retos climáticos con mayor eficacia.
Según el informe, "alrededor de 70% de los esfuerzos de mitigación del cambio climático y 90% de los esfuerzos de adaptación tienen lugar en las zonas urbanas de Europa, lo que las convierte en líderes clave en la lucha contra el cambio climático. Se prevé que los daños causados al entorno construido por fenómenos meteorológicos extremos se multipliquen hasta por diez de aquí a finales de siglo debido únicamente al cambio climático. El envejecimiento de las estructuras y el aumento de la demanda se suman a los riesgos, y las inundaciones se identifican como el riesgo climático que requiere medidas más urgentes."
En su intervención en la presentación del informe sobre el estado del clima en Europa, el GCH reflexionó sobre el hecho de que 51% de las ciudades europeas cuentan con planes de adaptación específicos, y subrayó lo importante que sería informar mejor y conectar a los GLR para seguir promoviendo el desarrollo de dichos planes. El GCH aplaude el trabajo realizado por la OMM y aspira a entablar un diálogo institucional con ella para explorar esta posibilidad, de forma similar a la cooperación con UNDRR sobre la Plataforma Mundial para la Reducción del Riesgo de Catástrofes.
Los fenómenos meteorológicos extremos suponen un riesgo cada vez mayor para el entorno construido y las infraestructuras de Europa, así como para los servicios que prestan, especialmente en lo que respecta al riesgo de inundaciones. Las actuales medidas de adaptación en las ciudades europeas son principalmente físicas y tecnológicas, seguidas de soluciones basadas en la naturaleza y la gobernanza.
Las instituciones europeas están desarrollando políticas destinadas a acelerar la acción local, como la elaboración de planes climáticos y energéticos. En ellas influyen factores como el tamaño de la ciudad, ya que los municipios más pequeños tienen menos capacidad técnica y de recursos, así como la legislación nacional sobre planificación local y participación en redes e iniciativas urbanas.
El informe presenta buenos ejemplos reproducibles de lo que ciudades de toda Europa están haciendo para ser más resistentes a los fenómenos extremos y a nuestro clima cambiante. El intercambio de experiencias entre pares y el diálogo de expertos entre los GLR y las organizaciones internacionales pertinentes, como la OMM, el ECMWF y el PNUMA, ayudarían a otros a aprender de estas buenas prácticas:
- Glasgow (Reino Unido) está implantando sistemas de alerta temprana, iniciativas comunitarias de resistencia a las inundaciones y construye infraestructuras resistentes a las inundaciones.
- París (Francia) está plantando árboles y revitalizando parques para mitigar las olas de calor potenciando la refrigeración y la biodiversidad.
- Bratislava (Eslovaquia) contrarresta eficazmente las inundaciones creando depósitos de agua, jardines de agua de lluvia y tejados verdes.
- Kiev (Ucrania) reduce los efectos nocivos para la salud de las olas de calor utilizando marcos de agua nebulizada en parques y plazas para refrescarse.
- Milán (Italia) está aplicando medidas de forestación, ampliando los refugios climáticos y fomentando las infraestructuras verdes para mitigar las olas de calor y reducir al mismo tiempo la contaminación atmosférica.