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Garantizar la asequibilidad de la vivienda y acabar con el fenómeno del sinhogarismo son inversiones necesarias que deben realizar los gobiernos a todos los niveles

El 5 de marzo de 2024, al margen del 55th del Consejo de Derechos Humanos, el Global Cities Hub (GCH) moderó un acto paralelo coorganizado por Brasil, Finlandia, Alemania y Namibia para abordar las cuestiones interrelacionadas de la (in)asequibilidad de la vivienda y la falta de hogar, ambas de gran actualidad para los gobiernos locales y regionales (GLR).

En el mundo urbanizado actual, la mayoría de la población vive en ciudades. Aunque existe una gran variedad entre los contextos nacionales, los GLR suelen tener responsabilidades fundamentales en relación con la realización del derecho a la vivienda, entre las que se incluyen: el desarrollo de infraestructuras, la prestación de servicios públicos, la planificación del uso del suelo, la zonificación y el desarrollo, los programas sociales y de vivienda, la regulación del mercado, la asignación de recursos, la mejora de los asentamientos informales, etc. La anterior Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a una vivienda adecuada, Leilani Farha, había presentado un informe sobre el derecho a una vivienda adecuada en el año 2000. informe sobre este tema en 2014.

Garantizar la asequibilidad de la vivienda y acabar con la falta de hogar son cuestiones complejas, como recordó el Sr. Balakrishnan Rajagopal, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre una vivienda adecuada, en su último informe ante la Asamblea General de la ONU. Estas cuestiones implican a muchas partes interesadas, tienen ramificaciones con otros derechos humanos y deben abordarse mediante diversas políticas. Dado que nos enfrentamos a una aguda crisis mundial de asequibilidad que afecta tanto al Norte como al Sur, a las clases de ingresos bajos y medios, ya es hora de que los gobiernos a todos los niveles tomen medidas para abordarla. La respuesta debe ser integral y apoyarse en el entendimiento de que la vivienda es un derecho humano y no una mercancía que debe regular únicamente el libre mercado.

Distinguidos oradores durante el acto paralelo (Relator Especial de la ONU sobre una vivienda adecuada, Secretario General de la Unión Internacional de Arrendatarios, Director General de la Y-Foundation finlandesa, facilitador de CityMakers Mission International, Director Ejecutivo del Instituto Pólis de Brasil) se refirió a medidas concretas para hacer frente a esta crisis mundial de asequibilidad. Entre ellas, la voluntad política de los gobiernos, la participación de los inquilinos en las políticas de vivienda, la provisión de viviendas sociales, el control del suelo, la necesidad de garantizar la transparencia de los alquileres, de fomentar la responsabilidad social dentro del sector privado de la vivienda, de aplicar políticas fiscales adecuadas, etc. Garantizar la asequibilidad de la vivienda y acabar con el sinhogarismo no son cuestiones de caridad que conciernen a los más desfavorecidos. Son inversiones necesarias que deben realizar los gobiernos a todos los niveles en beneficio de la sociedad en su conjunto.

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