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El futuro no debería apestar

El GCH tuvo el honor de acoger un ejercicio de prospectiva sobre urbanización y posibles conflictos realizado por el Laboratorio de Futuros de la ONU y Centro de Investigación Política de la Universidad de las Naciones Unidas para debatir cómo podemos reimaginar nuestra ambición de crear una transición hacia ciudades seguras, sostenibles y más resilientes. Las contribuciones de una docena de organizaciones del ecosistema internacional de Ginebra hicieron que fuera especialmente valioso comprender mejor lo que se necesita para evitar que una urbanización rápida y no planificada provoque el colapso de los servicios públicos y conflictos.

El GCH cree que es posible un escenario de futuro más deseable, en el que la comunidad internacional priorice las inversiones en la construcción de ciudades inteligentes, verdes y resilientes en todo el mundo. La economía de escala de los servicios públicos y privados en las ciudades, la concentración de conocimientos y la capacidad de innovación hacen de las ciudades una parte clave de la solución a los retos mundiales. Una población mundial mayoritariamente urbana se beneficia de la enorme eficiencia de la vida conectada.

Las ciudades se convierten en el campo de pruebas para encontrar soluciones colectivas a los retos globales y transformar la economía mundial hacia un modelo sostenible y resiliente que tenga en cuenta la urbanización. Aumentan drásticamente su propia conectividad, compartiendo recursos de forma más equitativa y eficiente, y desarrollando acuerdos internacionales. El crecimiento económico mundial espoleado por la urbanización permite mayores inversiones en desarrollo sostenible en todo el mundo.

Durante el debate surgieron cuestiones importantes, como la transformación del sistema financiero internacional hacia inversiones sostenibles, incluida la reducción del riesgo de las inversiones privadas en entornos frágiles. La creciente tendencia a la cooperación entre las distintas partes interesadas (GRL, Estados y organizaciones internacionales), que allana el camino para las inversiones conjuntas en energía verde, soluciones basadas en la naturaleza, resiliencia y sostenibilidad, ofrece importantes oportunidades. La naturaleza cambiante de la toma de decisiones -más cercana a los ciudadanos- fue considerada por algunos como una vía de gran potencial para unas políticas más centradas en las personas.

El GCH está convencido de que una mayor participación de los GLR en los procesos multilaterales Abordar los retos mundiales con efectos locales es el enfoque adecuado para realizar y beneficiarse de un multilateralismo integrador y eficaz. Todos deberíamos reflexionar sobre lo que significa la urbanización en el futuro para nuestras propias organizaciones y sobre cómo es el mundo en el que queremos vivir.

Muchas gracias a Alana Poole (Oficina del Secretario General de la ONU), Chris Earney (Laboratorio de Futuros de las Naciones Unidas) y Adam Day (Centro de Investigación Política de la Universidad de las Naciones Unidas) por su orientación en este tema tan importante y su gran cooperación.